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29 de enero de 2017

Control

Delicada figura en tacones y medias,
cubiertos sus glúteos apenas, un poco
en falda plisada.

Delicada perra con bulto entre las piernas,
cubierto apenas su pecho con encaje rojo.
Perrita delicada.

Obediente y temblorosa se arrodilla,
feliz e intoxicada, tirada por correa
y mira al suelo, abierta la rendija
ardiente como buena tea.

Sonríe y jadea, por orden de María,
olvidado ya su nombre y entregada
al placer que jamás se enfría.
Esperando su bautizo como esclava.

"Buena perra", dicen labios rojos
cubriendo apenas una sonrisa perfecta
como perfecta es la mujer en sus ojos.
Él, ahora ella, interfecta.

Gimotea y se somete, sin lugar a dudas,
y deja en el suelo última gota
antes de ser enjaulada, sumisa pura
emasculada de virilidad rota.

"Ahora eres Sarna", dice la Diosa,
y la perrita asiente feliz, sabedora
aún en su ignorancia de apenas cosa,
que ya no es, ni será otra
que la perra esclava temblorosa.

18 de enero de 2017

FROZEN NIGHT

Pura adrenalina, la luna brillando en una noche de perros. Es la noche, se alinearon los astros, es la ocasión.
Saludo tímido, el tiempo vuela, la ropa también, demasiado tiempo imaginándome este momento.
Me ganas la partida, tú mandas, me haces perder el control, sabes que lo tienes y te gusta, te encanta. Sucumbo al sentir el contacto de tu lengua por mi sensible cuerpo, la pantera dominando al lobo alfa, me encanta perder, basta.
Empuñando tu melena, sintiendo cada segundo y, lo mejor, sabiendo muy bien que del dolor al placer hay un paso.
La habitación nos envuelve, arrasando todo lo que se nos interpone en nuestro camino, destrozándonos la piel.
El sudor emana de nuestros cuerpos bailando una danza infernal, sin fin.
Una calada más acechando el siguiente asalto. Sonrisas cómplices mientras nos lamemos las heridas.
10:00 am.
-Black Soul-

*Los derechos de autor corresponden a BlackSoul. BlueMidnight es mero intermediario.*
Me desperté soñando en tus bragas.
Qué forma de echarte de menos...
Ojalá estuvieses aquí para poder pasarte la lengua por los muslos mientras pones esa carita tuya de ángel y excitas mi cuerpo.
Y comerte la boca un rato largo, besarte el cuello y descender por tu pecho hasta tu ombligo, poner mis manos en tus caderas y separarte las piernas con las mías.
Decirte que estás más guapa que nunca cuando me reclamas dentro de ti y demostrarte cuánto me encanta que te corras conmigo.
Gemir tu nombre entre jadeos, arañarte la espalda y cabalgar contigo hasta el amanecer.
Pensarnos polvo de estrellas y reducir todo al polvo de antes de dormir.
Besarte con ganas las clavículas y morderte la piel que cubre tus hombros desnudos, soplarte la nuca mientras enredo mis manos en tu pelo y me das la espalda para que te acaricie un rato el costado.
Entrelazar los brazos y acostarme a tu sombra, esperando a que aproximes tu boca a mis dedos y los chupes como caramelo, pidiéndome otro asalto antes de que salgas por la puerta de nuevo.
Reírme cómplice de tu apetito y degustar los segundos en que te subes encima de mí para moverte suave y experta.
Mirarte intensamente y provocar que entrecierres los ojos de placer mientras atrapas tus labios con los dientes.
Me desperté soñando con mi lengua entre tus piernas.
Qué forma de quererte aunque duela.

9 de enero de 2017

Manos frías, corazón caliente. ¿O era al revés?
Qué más da ya, si tus manos erizan cada parte de mi ser y tus latidos marcan el compás de esta -nuestra- efímera existencia como una sola cosa.
El baile sin fin, al menos de momento, comienza en la pista horizontal, un territorio más que conocido para ambos.
Las sábanas acaban por los suelos, haciendo compañía a la ropa desplazada por el frenesí, y dejándonos con la mejor vestimenta del mundo, la piel.
Tus dedos, pese a que conocen de sobra todos y cada uno de mis caminos, se toman su tiempo, jugando, sintiendo, siendo pacientes mientras hacen que todo tu interior, y el mío también, se retuerzan de ganas en busca de más acción, pues hemos venido a jugar y nada va a detenernos ya.
Mis labios se adhieren a los tuyos saboreando la mejor y más dulce de las mieles, tu aroma, tu aliento, tú.
Carreras a contrarreloj por tomar el mando se suceden mientras los muelles chirrían acompañando cual melodía natural al toma y daca de nuestros cuerpos.
El éxtasis lo cubre todo, y tu sonrisa jadeante acompaña a la mía, dejando entrever tu satisfacción por el trabajo bien realizado.
Ninguno de los dos fuma, por lo que el cigarrillo de después se transforma en una escueta charla que termina de demostrar que nuestra forma de comunicarnos es piel con piel y no con palabras.
El cansancio nos vence y cada uno se gira a su lado, las -antaño pasionales- cenizas ya no son más que polvo de ese que barres bajo la alfombra de la incierta indiferencia.

6 de enero de 2017

Transformación

Cuchilla afilada transforma sus piernas
de troncos recios y peludos a delicadas
y finas líneas blanquecinas, eternas
carreteras perfectas, enfundadas.

Enfundadas en medias al tacto suaves,
oscuras con encaje, a muslo abrazadas
y rozando al paso de sus andares,
entre pedicura y cadera acariciada.

Blusa y minifalda cubriendo torso y caderas
suaves como la seda, rozan piel desnuda
y estremecen al perro, estremeciendo entera
su mente, débil y vacía, pura (o puta).

Pies en tacones con candado, preparados
para el andar torpe del perro novato.
Tacones brillantes, finos, decorados
para los pies de aquel bienamado.

Y excitación ante la sonrisa de María,
de rodillas a sus pies con la mirada gacha.
Con sus propios tacones acaricia, impía,
el bulto entre las piernas de perra domada.

"Estás preciosa", susurran sus labios
y gimotea sumisa la perra amaestrada.
Y oscura mancha líquida en uno y varios
encajes que cubren herramienta inutilizada.